lunes, 4 de julio de 2016

El hijo pródigo

Madre mía... Casi 3 años han pasado desde la última entrada de este blog. Parece mentira que haya pasado tanto tiempo, pero así es. Los ritmos caóticos del día a día me han tenido tan absorto que me habían quitado el poco tiempo que tenía para pasarme por aquí.

Echo la vista atrás y miro todo lo que ha pasado en estos últimos 3 años. Todos los cambios, los nuevos proyectos, los nuevos compañeros en el camino... Sin duda ha sido una etapa de mi vida más dura de lo que al principio podría haberme imaginado, pero, poco a poco, mi vida se va estabilizando y, me ha vuelto a dar morriña por escribir. Es como una vía de escape donde se puede sacar todo lo que llevas dentro y desconectar de la rutina diaria. Así que, por enésima vez, el hijo pródigo vuelve a aquí, esperemos que esta vez sea durante más tiempo que en ocasiones anteriores.


Y es verdad que los años no pasan en balde. Mis prioridades y gustos en esta vida han cambiado mucho y, aunque en esencia sigo siendo la misma persona, reviso mis antiguas entradas y ya no me siento tan identificado con ellas. No nos equivoquemos, sigo jugando a videojuegos, sigo probando apps y seguiré hablando de ellos, pero tengo muchas ideas en mente y, aunque no todas tengan cabida en este blog, sí que intentaré dar rienda suelta a todas mis inquietudes, de una forma quizás más adulta, pero dejando siempre claro un concepto: ¡para gustos, colores!

Pues dicho todo esto, y esperemos que por última vez, empezamos...

No hay comentarios:

Publicar un comentario